Hace tiempo me leí el libro “Vagina” de Naomi Wolf, en él, durante más de 300 paginas explica a través de investigaciones científicas, experiencias y relatos como el placer es la clave para una vida sana y feliz.
En el libro, Naomi cuenta como se ha demostrado que las mujeres en especial, tienen millones de conexiones entre la vagina y el cerebro, por eso, cuando esta la casa sucia y desordenada quizás a un hombre no le importa y puede hacer el amor tranquilamente, pero una mujer no. Las mujeres estamos preparadas para tener en cuenta nuestro entorno antes de nuestro placer, así la vida ha subsistido, nuestros hijos y el cuidado del hogar y el entorno donde vivimos son prioritarios.
Esta conexión vagina – cerebro va en las dos direcciones, del cerebro a la vagina, y de la vagina al cerebro, así, un orgasmo nos estimula todas las neuronas y las deja relajadas y felices, o al contrario, un acto de violencia en nuestra vagina nos deja las neuronas de nuestro cerebro muy tocadas y débiles.
Personalmente creo que la sexualidad, y en especial la femenina, ha sido y es aún un tabú porque conocerla, disfrutarla y gozar nuestro cuerpo nos hace poderosas, nos aporta una sabiduría profunda de nosotras mismas y del mundo donde vivimos, además de estar más felices y así más sanas.
Una persona que conoce su cuerpo, que esta familiarizada con su placer, es una persona sana, feliz y con confianza para decir esto me gusta y esto no. ¡En todos los aspectos de la vida!
El placer empieza en el cuerpo, pero también abarca el trabajo, las relaciones, …
Imaginaros el cambio que habría en el mundo si las mujeres empezáramos a gozar, a honrar y cuidar nuestro cuerpo de verdad, no a ensuciarlo con maquillajes innecesarios que nos esconden o con cremas que nos dañan más que cuidan, que las mujeres empezáramos a caminar con los pies en la tierra, no sobre un tacón de diez centímetros, alejadas de nuestro centro, …
Tenemos mucho que hacer, mucho que decir y muchísimo que enseñar y mostrar a nuestras hijas.
Hija mía, tu cuerpo es tuyo,
es maravilloso, es precioso,
conócelo, yo te acompaño,
pregúntame, yo te escucho.
Me emociona cuando le hablas a tu hija…somos la generación para la transformación! Qué nuestras hijas elijan gozar al natural…
gracias!
Me gustaMe gusta