Hija mía, tu cuerpo es tuyo, es tu templo, tu tesoro.
Sólo tú decides quién lo toca, quién lo abraza, quién te coge y quién te da mimos, SÓLO TU.
Y si alguien te toca y no te gusta díselo y saca la tigresa que hay dentro de ti y te protege, araña si hace falta, ruge, y corre.
Cuéntaselo a todo el mundo y sobretodo a mí.
Tu cuerpo es tuyo, es tu templo, tu tesoro.
Y sólo tu decides quién lo toca.
Sólo tu.

¡A veces conversaciones tan simples, tan sencillas pueden prevenir tanto!

Y momentos preciosos donde abrir estos temas pasan diariamente delante nuestro y cerramos los ojos, y cerramos la boca, y cerramos el corazón.

Necesitamos hablar de la sexualidad, somos sexualidad, la humanidad es sexual, esquivar estas conversaciones no hacen bien a nadie, ni a ti ni a tus hijos.

¡Hablemos, reflexiones, preguntemos sin temor, con curiosidad, demos a esta personita las herramientas necesarias, hagamosles fuertes!

Los abusos sexuales suceden en cualquier casa, no importa su riqueza ni nivel educativo, pueden suceder en cualquier casa, por un amigo, un familiar, …

Eso es difícil de controlar, pero si podemos armar a esa pequeña persona de seguridad y confianza, de valor y conocimiento ¡Tu cuerpo es tuyo y sólo tú decides quién lo toca!

Empezaremos por nunca forzar a dar un beso ni un abrazo si no lo desea, y seguiremos por crear un vínculo de comunicación y libertad para preguntarnos y le daremos amor, mucho amor y que conozca su tigresa, o su loba, o el animal que a ella le guste y le dote de fortaleza, que si lo necesita sepa que vive dentro de ella y le da garras, fuerza, valor, piernas ágiles y que muerde, ¡Ai si muerde! ¡ Y bien fuerte!

¡Basta de niñas de rosa, frágiles e indefensas! ¡Basta Ya!

¡Las niñas igual que los niños sabemos rugir, morder y pelear si es necesario, y tenemos que enseñarles a que si lo necesitan pueden hacerlo!

¡La Educación Sexual es un derecho, es Libertad!