Cuenta una historia que el joven rey de un imperio lejano se cayó un día de su caballo y se rompió las dos piernas. A pesar de disponer de los mejores médicos, ninguno consiguió devolverle la movilidad. No le quedó más remedio que caminar con muletas. Debido a su personalidad orgullosa, mandó publicar un decreto por el cual se obligaba a todos los habitantes a llevar muletas. Las pocas personas que se rebelaron fueron arrestadas y condenadas a muerte. Desde entonces, las madres enseñaron a sus hijos a caminar con muletas en cuanto comenzaban a dar sus primeros pasos.
Como el monarca tuvo una vida muy longeva, muchos habitantes desaparecieron llevándose consigo el recuerdo de los tiempos en que se andaba sobre las dos piernas. Años más tarde, cuando el rey finalmente falleció, los ancianos que todavía seguían vivos intentaron abandonar sus muletas, pero sus huesos, frágiles y fatigados, se lo impidieron. A veces trataban de contarles a los más jóvenes que años atrás la gente solía caminar sin utilizar ningún soporte. Pero los chicos solían reírse de ellos.
Movido por la curiosidad, un día un joven intentó caminar por su propio pie, tal y como los ancianos le habían contado. Al caerse al suelo constantemente, pronto se convirtió en el hazmerreír de todo el reino. Sin embargo, poco a poco fue fortaleciendo sus entumecidas piernas, ganando agilidad y solidez, lo que le permitió dar varios pasos seguidos y así recuperar su andar. El resto del pueblo estaba asombrado, había quienes lo llamaban «iluminado» y seguían con sus muletas y otros que caída tras caída, seguían sus pasos.
… recuperar nuestro útero y sabiduría puede ser un sueño o una realidad, de nosotras depende dar el primer paso…
Conectar desde pequeñas con nosotras mismas y el latir de nuestro útero fué un regalo que la mayoría de nosotras no tuvimos.
Escrito por:
Carla Trepat Casanovas, Investigadora de la Sabiduría Femenina y creadora del libro “El tesoro de Lilith, un cuento sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual”.
Es muy motivante leer textos como este, encontrarse con la ideas de mujeres que luchan constantemente por un mundo diferente. Es muy difícil alcanzar esas revoluciones desde lo intimo que a la vez es político, por el modo de vida actual y la larga historia de sometimiento y represión, pero LE APUESTO A ESTO, CREO PROFUNDAMENTE QUE PODEMOS HACERLO Y MAS CUANDO ENCUENTRO MUJERES QUE TAMBIÉN SE LO PIENSAN Y LO HACEN EN SU COTIDIANIDAD. ¡GRACIAS POR LOS TEXTOS PUBLICADOS!
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¡GRACIAS MARIANA POR TU COMENTARIO, ESTOY MUY DE ACUERDO CONTIGO!
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