Vive la maravilla de conocer y sentir tu cuerpo

«Lilith sonrió de alegría. Sentía la Flor de la Vida latiendo dentro sí y, como un tambor que marca los pasos de baile, la empujó a ponerse de pie, a danzar y agitar caderas y manos al rit­mo de la vida.»

El tesoro de Lilith

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