Llamamos menarquía a la primera menstruación. Aunque el paso de la etapa infantil a la etapa fértil se desarrolla durante un periodo de transición de unos cinco a diez años (la adolescencia), la menarquía es un evento que marca simbólicamente este cambio y que debe ser acompañado con especial atención. Otros eventos que marcan simbólicamente cambios de etapa vital son el parto y la menopausia.
Muchas niñas siguen viviendo este momento con mucha ansiedad. Para empezar, la mayoría piensa que la regla se puede presentar en cualquier momento a partir de cierta edad, desconociendo que suele aparecer unos dos años después de que se empiecen a desarrollar los pechos y unos seis meses posteriores al inicio de la secreción de flujo vaginal. Por otro lado, no reciben una buena educación respecto a las características del ciclo menstrual reproduciendo la mala relación que muchas madres tienen con su regla.
Toda esta información sobre la sexualidad de la mujer debería llegar de forma natural a través de la convivencia con mujeres en etapa fértil que están viviendo estos procesos cotidianamente. Sin embargo, no suele llegar porque las mujeres escondemos, disimulamos y silenciamos estos procesos, de manera que las niñas no participan de ellos y no pueden absorber el conocimiento que las ayudará a vivirlos más adelante.
La celebración de la menarquía debería servir para ampliar este conocimiento y hacerlo consciente ahora que la niña ya lo vive en su propio cuerpo. Debería ser sólo un recordatorio festivo en el que se acompaña con alegría y confianza el cambio de etapa vital de esa niña. En esa celebración se le entregarán las herramientas para poder comprender su cuerpo y utilizarlo a su favor y se le reconocerá su entrada en la etapa fértil.
Una niña cuya familia comprenda el funcionamiento del ciclo menstrual y respete y celebre los estados y necesidades de la mujer en cada fase esperará con ilusión su menarquía.
Haz memoria y relata por escrito cómo fue tu menarquía: dónde, cómo y cuándo pasó, cómo te sentiste y cómo reaccionaron los que compartieron ese momento contigo, qué te dijeron y qué callaron. Una vez hayas terminado, léelo y pregúntate cómo te hubiera gustado que fuera, qué cambiarías y qué te faltó. Ahora imagina cómo te gustaría que lo viviera tu hija y cómo lo puedes hacer para que así sea. Comparte ese deseo con ella.
Escrito por Anna Salvia, del libro El tesoro de Lilith, un cuento sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual
ahora mismo le escribo a mi hija!
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interesante dato en mi pais estoy seguro que muchas mujeres no saben esto
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